Los móviles de hace una década servían, principalmente, para hablar por teléfono sin depender de un cable, en cambio, los móviles actuales pueden realizar gran cantidad de operaciones, y se han convertido en pequeños ordenadores, capaces de enviar un correo, hacer de GPS, navegar por internet, acceder a redes sociales, etc. Como tales, tienen su sistema operativo y sus aplicaciones correspondientes, cosas que pueden ser atacadas por personas malintencionadas.